Luego de la intervención de Venezuela, y los países amigos (Francia, España y Suiza), el presidente de Colombia ha tenido que sortear la presión de la comunidad internacional, con el fin de establecer una zona de encuentro. Este corredor humanitario servirá para que los rehenes una vez por todas puedan encontrarse con sus familias, y repudien asimismo los actos de los determinadores del secuestro en Colombia.
Se está a la espera de una liberación de tres secuestrados. Clara Rojas (jefe de campaña de Ingrid Betancourt), su hijo Emmanuel, y la ex congresista colombiana Consuelo González.
Reseñamos a su paso, algunos apartes de la carta de supervivencia enviada por Ingrid a su madre:
[…]
"Como te decía, la vida aquí no es vida, es un desperdicio lúgubre de tiempo.
Vivo o sobrevivo en una hamaca tendida entre dos palos, cubierta con un mosquitero y con una carpa encima, que oficia de techo, con lo cual puedo pensar que tengo una casa".
En Colombia todavía tenemos que pensar de dónde
venimos, quiénes somos y a dónde queremos ir. Yo aspiro a que algún día tengamos
esa sed de grandeza que hace surgir a los pueblos de la nada hacia el sol.
Cuando seamos incondicionales ante la defensa de la vida y de la libertad de los
nuestros, es decir, cuando seamos menos individualistas y más solidarios, menos
indiferentes y más comprometidos, menos intolerantes y más compasivos. Entonces
ese día seremos la nación grande que todos quisiéramos que fuéramos. Esa
grandeza está ahí dormidita en los corazones. Pero los corazones se han
endurecido y pesan tanto que no permiten sentimientos elevados. Pero hay mucha
gente que yo quisiera agradecer porque están contribuyendo a despertar los
espíritus y a engrandecer a Colombia".
El tema del rescate genera sin duda opinión masiva en todo el mundo. Lo que resulta más abominable es la nulidad contestataria de los ciudadanos colombianos frente a los temas de la vida nacional, y los asuntos humanitarios del conflicto armando interno. Como lo dice Ingrid Betancourt en su carta, esperemos que el anquilosamiento no termine en una indiferencia colectiva. La noticia positiva es ver la cooperación y asistencia de otros actores como mediadores del acuerdo humanitario.